En Acapulco, los atardeceres son más que un momento del día; son un recordatorio visual de la magia que envuelve a nuestra ciudad. Y en la Bahía de Santa Lucía, este fenómeno natural alcanza su máxima expresión, combinando belleza, cultura y un ambiente único que no encontrarás en ningún otro lugar del Pacífico.

En Acapulco, hay rincones que nos invitan a desconectar del caos urbano y sumergirnos en la tranquilidad del mar. Hoy les queremos contar sobre un lugar que se ha ganado el cariño de quienes buscan relajación, belleza natural y una experiencia local única: Playa Majahua.

En el vibrante corazón de Acapulco, la glorieta de la Diana Cazadora nos conecta con la esencia de la ciudad: libertad, belleza y movimiento. Este emblemático monumento, una réplica adaptada de la Diana original de la Ciudad de México, simboliza el espíritu dinámico y festivo del puerto.

En Acapulco, el transporte público tiene una personalidad propia. Los camiones urbanos no son solo medios de transporte, sino una especie de espectáculo sobre ruedas. Desde luces brillantes hasta música a todo volumen, pasando por pantallas que proyectan películas para el entretenimiento de los pasajeros, estas unidades se han convertido en un fenómeno único que forma parte de nuestra cultura local.